LA HORA DE EUROPA
La Unión Europea frena una respuesta inmediata al castigo arancelario del 20% de Trump
Este jueves 3 de abril los Estados Unidos ya recaudan un arancel del 25% a todos los automóviles y sus componentes procedentes del extranjero. El presidente Donald Trump confirmó al poco de iniciar su discurso en la Rosaleda de la Casa Blanca la medida. Pero la bomba del Liberation Day, la que todo el mundo temía, explotó pocos minutos después cuando Trump sacó una gran tabla de países con dos columnas de porcentajes. El primero, el supuesto agravio comercial infligido a Estados Unidos; el segundo, el tipo arancelario que le impondrá a ese país.
La Unión Europea fue golpeada. Todos sus productos tendrán que pagar un 20% cuando entren en los Estados Unidos a partir del 9 de abril. Una tarifa comercial adicional sin excepciones entre los 27 Estados miembros de la Unión, ni por país ni por productos. De hecho, el sector del automóvil finalmente pagará más, el 25% anunciado para todos los coches y componentes no fabricados en suelo estadounidense.
"La Unión Europea suena muy amigable, pero nos estafa y es muy triste verlo. Es patético”, acusó Trump, imponiendo un porcentaje el doble de alto que la tarifa base recíproca, la del 10% que beneficiará por ejemplo al Reino Unido. Los productos de China pagarán un arancel mayor, del 34%, y los de Japón, un 24%.
Esta madrugada, desde Uzbekistán, la respuesta europea ha llegado de nuevo contemporizada. Según lo indicado previamente, Bruselas no quiere precipitarse y sabe que esta guerra comercial es una larga carrera, no un sprint de anuncios como protagoniza el estadounidense frente a las cámaras. Úrsula von der Leyen criticó los aranceles de Trump desde Samarcanda, la ciudad asiática que prosperó durante la antigua ruta de la seda, toda una metáfora a favor del libre comercio. “El anuncio es un golpe enorme, con inmensas consecuencias”, dijo la presidenta de la Comisión, “tendrá un impacto enorme en la economía global y afectará a millones de personas en el mundo, a los países más vulnerables”.
La respuesta de la UE
Von der Leyen ha adelantado esta madrugada que “están finalizando” el primer paquete de represalias comerciales europeas en respuesta a las tarifas del acero y el aluminio “y también preparando nuevas por si las negociaciones fallan” sobre este arancel del 20%. En Washington está la vicepresidenta primera de la Comisión, Teresa Ribera hasta este viernes.
Los anuncios del Liberation Day protagonizados por Donald Trump cogen a la Unión Europea preparada desde hace semanas, cuando el presidente estadounidense impuso hace un mes los aranceles del 25% al acero y el aluminio, más los productos con componentes de esos materiales. “Estamos en una guerra económica que busca nuestra derrota”, justificó Trump desde la Casa Blanca para imponer estos nuevos aranceles.
En dos semanas Europa gravará con tarifas comerciales una enorme lista con decenas de productos del american way of life, que estaba suspendida hasta los anuncios de este miércoles, desde las Harley Davidson, hasta la soja, madera, el bourbon o los productos industriales fabricados en Estados como Kansas, Virginia o Lousiana por un importe aproximado de 18.000 millones de euros. A estas primeras represalias se sumarán las segundas bajo negociación con los 27, los sectores económicos y las organizaciones empresariales. “Siempre defenderemos a Europa, estamos juntos, tenemos las herramientas necesarias para superar esta tormenta. Si nos atacan a uno, nos atacan a todos. Nuestra fuerza está en la unidad”, reclamó Von der Leyen a los 27, ante un escenario en el que pueden lun escenario en el que la Hungría de Viktor Orbán o la Italia de Giorgia Meloni pueden abrir grietas si intentan negociar por separado el levantamiento de los aranceles estadounidenses.
Por el momento, las represalias comerciales europeas se sucederán en dos respuestas separadas, como ya había confirmado en privado el equipo del Comisario de Comercio, Maros Sefcovic. “Una primera respuesta a los aranceles sobre el acero y el aluminio de Estados Unidos” y “una segunda respuesta que agrupará todo lo demás”.
En el Parlamento Europeo hay voces que exigen redoblar la apuesta. “Una tasa digital europea afectaría a aliados más cercanos de Trump y recaudaría dinero para los sectores afectados”, reclama la eurodiputada verde Anna Cavazzini, en referencia las redes sociales X o Facebook y las tecnológicas Apple, Amazon y Google. La italiana, que dirige el Comité de Mercado Interno en la Eurocámara, pide usar el reciente instrumento anti-coerción frente a amenazas extranjeras para “restringir a las compañías americanas el acceso al sector bancario europeo, al asegurador, a los mercados de capital y excluirlos de la participación en contratos públicos en la UE”.
Los aranceles a Europa son una pesadilla económica
La Comisión guarda en secreto por ahora los cálculos sobre el impacto potencial que provocarán en la economía europea están rondas arancelarias de la Administración Trump, un análisis que evita publicar para no revelar sus cartas. “Europa tiene muchas cartas en la mano, desde el comercio a la tecnología, pasando por el tamaño de nuestro mercado”, advirtió Von der Leyen.
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Y es que el mercado único europeo es el mayor bloque comercial del planeta, superior en volumen al estadounidense, al chino o al indio. Son más de 400 millones de consumidores, más que los estadounidenses, con un elevado poder adquisitivo y decenas de millones de empresas que importan desde todas las esquinas del globo.
Sin embargo, gigantes bancarios como el holandés ING ya advierten que “la peor pesadilla económica se ha hecho realidad para Europa” con el anuncio de Trump y que el arancel del 20% “empeora las previsiones a corto plazo” para todo el continente. Las cifras del daño son importantes pero se concretarán conforme entren en vigor el día 9 de abril para la UE y las empresas empiecen a trasladarlos a los productos, encareciéndolos al consumidor final. “Potencialmente, cerca de la mitad de todas las exportaciones alemanas hacia los Estados Unidos se verán afectadas”, advierte Lisandra Flach, del Instituto Ifo alemán, sobre el motor del viejo continente. Es sólo un ejemplo.
Los aranceles al acero, al aluminio y a los productos fabricados con esos materiales afectarán a exportaciones europeas por valor de 26.000 millones de euros, en torno al 5% de los bienes vendidos a los Estados Unidos. Porque no se trataba sólo de tasar bobinas y barras de esos metales para usos industriales, también cubiertos y utensilios de cocina, marcos de ventanas, maquinaria para factorías, maquinas de gimnasio o muebles. Tras el Liberation Day, el vino y los alimentos europeos, la ropa del sector textil y hasta los medicamentos que se vendan al otro lado del Atlántico tendrán que pagar un 20%.